El daño cerebral adquirido es una discapacidad adquirida que puede llegar a la vida de una persona en cualquier momento. Con todo, sus causas, ya sean dolencias o traumatismos, se pueden prevenir en la mayoría de los casos. Por este motivo, unas de nuestras principales líneas de actuación se centra en la realización de actividades de divulgación, capacitación y promoción de hábitos de vida saludables en la dimensión personal, relacional y ambiental.
La aparición de un ictus no se puede evitar, porque existen factores de riesgo que no son modificables, pero sí se puede prevenir, ya que hay otras variables sobre las que se puede incidir. De hecho, la Organización Mundial de la Salud señala que el 90% de los casos están asociados con factores de riesgo sobre los que se puede intervenir (entre otros: la hipertensión arterial, el colesterol, la diabetes, la obesidad, el sedentarismo, el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas, y el estrés).
La principal pauta de prevención implica mantener una vida saudable y activa, tanto a nivel físico como cognitivo. Para logralo, es necesario aplicar las seguientes recomendaciones:
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Practicar ejercicio con regularidad. La obesidad y la hipertensión son dos factores importantes de riesgo de ictus. Evitar el sedentarismo con la práctica regular de actividad física contribuye a mantener el tono y la agilidad corporal y, además, fortalece el corazón, los pulmones y las arterias. Con solo 30 minutos de ejercicio cinco veces a la semana, se puede reducir las probabilidades de un ictus en un 25%.
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Seguir una dieta equilibrada. A menudo, el sobrepeso implica tener niveles demasiado altos de azúcar o colesterol en la sangre. Se debe complementar el ejercicio físico con una alimentación sana y equilibrada, evitando grasas saturadas, sal, alimentos encausados y el consumo de alcohol.
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Cuidar la salud mental. Case 1 de cada 6 ictus están asociados con la salud mental. Exponerse con regularidad a situaciones de tensión física o emocional afecta a la presión arterial, al sistema inmunitario... Practicar técnicas de relajación y solicitar ayuda profesional, cuando sea preciso, es fundamental para evitar el estrés y/o combatir la depresión.
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Vigiar con regularidad la tensión arterial y los niveles de colesterol. Hay que consultar siempre con una profesional los dolores y/o molestias que se tienen y, por supuesto, no automedicarse!
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Descansar y dormir bien.
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No fumar. El humo de los cigarros contiene monóxido de carbono, que reduce la cantidad de oxígeno en sangre, y nicotina, que provoca que el corazón lata más rápido, aumentando la presión sanguínea. Por eso, las personas fumadoras tienen el doble de riesgo de sufrir un ictus isquémico. Al dejar el tabaco, el peligro se reduce a la mitad tras un año.
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No consumir drogas.
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Ejercitar el cerebro. Aprender un idioma, leer, estar en contacto con la natureza, debater, hacer un crucigrama, tocar un instrumento... Cualquier pequeño desafío intelectual ayuda a mantener el cerebro despierto y activo. Estimular la neuroplasticidad ayuda a prevenir el deterioro cognitivo y a responder mejor las posibles secuelas de un daño cerebral.
La seguridad viaria es fundamental para prevenir los accidentes de tráfico. Tanto cuando circulamos con un vehículo como cando estamos en la vía pública como viandantes, debemos seguir las indicaciones y recomendaciones de la Dirección General de Tráfico y no descuidar ninguno de los elementos de seguridad activa y pasiva:
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La seguridade activa abarca aquellos elementos que asisten a la persona que conduce para evitar accidentes durante la circulación, como los retrovisores, los frenos o la iluminación.
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La seguridade pasiva se corresponde con mecanismos que ayudan a minimizar las consecuencias si el accidente no se puede evitar. Por ejemplo, puertas o cintos de seguridad diseñados para una apertura fácil, parabrisas y cristales laterales irrompibles para evitar cortes, o el propio seguro del coche.
Desde el movimiento asociativo de daño cerebral adquirido trabajamos en coordinación con las organizaciones de víctimas de accidentes de tráfico para reclamar más medidas de seguridad en los vehículos, el correcto mantenimiento de la red de carreteras, el desarrollo de campañas de prevención por parte de las administraciones y las acciones punitivas contra las personas responsables de los accidentes.
Una caída es la consecuencia de cualquier acontecimiento que precipita a una persoa al suelo en contra de su voluntad. Las caídas afectan sobre todo a las personas mayores, siendo especialmente peligrosas para ellas. Existen algunas pautas para aplicar en el día a día que nos pueden ayudar a prevenirlas:
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Hacer ejercicio físico regulamente.
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Realizar una visita al centro de salud, al menos, una vez al año, para hacer revisiones de oído y vista.
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Preguntar al persoal médico de referencia sobre los efectos secundarios de los medicamentos y hacer buen uso de ellos, para mitigar posibles consecuencias indeseadas de su consumo.
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Levantarse con cuidado después de un reposo prolongado.
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Retirar alfombras o usar antideslizantes.
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Cambiar la bañera por un prato de ducha.
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Recordar encender la luz al levantarse por la noche.
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Sujetar la silla en el momento de sentarse para que no se escape para atrás.
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Agarrar el pasamanos para subir y bajar escaleras.
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Procurar no dejarr objetos tirados en el suelo.
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Colocar los productos de uso cotidiano lo más a mano posible.
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Usar zapatos con suela de goma y que sujeten bien el pie.
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Tener cuidado con los suelos húmedos.
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Poner el teléfono cerca del suelo y escribir el número de emergencias en un papel en grande, situado cerca del teléfono y en un lugar visible.
Los traumatismos causados por golpes durante la práctica deportiva o en una actividad de juego están detrás de buena parte de los casos de daño cerebral adquirido que afectan a las persoas más jóvenes. Para evitarlos debemos:
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Practicar el juego limpio. Mantener un comportamiento respetuoso con el equipo o persona rival, equipo arbitral y asistentes, así como no hacer trampas y promover la convivencia y la deportividad.
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Promover una competición sana en la que primen los valores del juego de la diversión por encima de los de la competitividad, evitando la violencia.